En ocasiones asociamos comprar bien, con comprar "barato", pero no siempre es así.
En los momentos que vivimos de incertidumbre en los trabajos, y salarios bajos, unido a una sociedad de consumo que ofrece colecciones muy rápidas y continuas, a precios a veces bajos en apariencia, es fácil, caer, en la compra fácil, y casi con el único argumento de su precio.
Ponerse a pensar porqué, es esto así, a nadie se les escapa, la razón, países de procedencia, sueldo miserables, y la calidad de estos prendas deja mucho que desear, unido a tintes nocivos, y demás,... hacen un resultado poco sostenible, nada ecológico, ni económico para garantizar un compromiso social y medioambiental.
Hacer compras más pensadas con las necesidades reales, y con la calidad de sus componentes, seguro que nos va a permitir, ademas de ahorrar, vestir la tranquilidad de contribuir de alguna manera a hacer las cosas más sostenibles medioambientalmente.
Mirar las etiquetas y no sólo el precio, además de que nos va a enseñar, nos ayuda a ser más selectivos, y solidarios.
El algodón SUPIMA es una fibra firme, suave y resistente, más durables en comparación con otras variedades de algodón, con una suavidada tecato particular, una apariencia mas lustrosa y mejor calidad del color.
Mirar las etiquetas con más curiosidad que el precio nos hace una sociedad más culta, y menos títere.
Este tipo de etiqueta certifica con controles exhaustivos de productos y las auditorias habituales en empresas desarrollan un clima de sensiblilidad sostenible en y por todo el mundo, y sensibilizan sobre la manipulación responsable de sustancias quimificas. Esto convierte a STANDARD 100 DE OEKO-TEX en una certificación pionera desde hace muchos años.
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